He elegido esta palabra porque ha habido una frase que me ha impresionado, la que dice: "Os escribo, jóvenes, porque sois fuertes y habéis vencido al Maligno" Esta frase: porque habéis vencido al Maligno me gustaría que la explicárais. ¿Qué significa esto de haber vencido al Maligno? "Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al Maligno". Quisiera saber si este joven ha vencido al Maligno; o esa chica de allí. ¿Qué quiere decir San Juan cuando dice: "Os escribo, jóvenes porque sois fuertes y habéis vencido al Maligno"? Pienso que como preparación también al encuentro de Roma, del Jubileo, escrutaréis todos los jóvenes esta palabra en las parroquias y lo pondréis en común. Un domingo por la tarde os reunís en la parroquia los jóvenes y en grupos de diez o de ocho escrutáis este texto haciendo el árbol, comentándolo después." ... y habéis vencido al Maligno". Aquí pone un texto paralelo que es Ef 6, 10 donde San Pablo dice: "Por lo demás, sed fuertes en el Señor y en la fuerza de su poder. Revestíos de las armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del Diablo. Porque nuestra lucha no es ni contra la carne ni contra la sangre sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus del mal que están en las alturas. Por eso, tomad las armas de Dios para que podáis resistir en el día malo, y después de haber vencido manteneros firmes (aquí este texto habla de vencer. Y San Juan dice: "Os escribo jóvenes porque habéis vencido al Maligno). En pie, pues! Ceñida vuestra cintura con la Verdad, revestidos de la Justicia como coraza, calzados vuestros pies con el celo por el anuncio del Evangelio, embrazando siempre el escudo de la fe para que podáis apagar con él los encendidos dardos del Maligno. Tomad el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios". O sea que hay unos dardos, unas flechas; cuando más descuidado estás el Maligno -que existe- nos manda una flecha. Y dice que tenemos que estar embrazando siempre el escudo de la fe para parar y para apagar los encendidos dardos, las fechas incendiarias. ¿Qué son estas flechas? Deseos concupiscibles hacia una chica o un chico, malos pensamientos ... ¿Qué son estos dardos encendidos que el Maligno te envía y que tienes que tener el escudo de la fe para pararlos? Qué son ¿pensamientos malos? Sí, pueden ser. Estás en casa del amigo y te invita el Demonio a mirar a la mujer del amigo como un fugaz pensamiento, un dardo, ¿y qué haces? Si no apagas ese dardo incendiará tu corazón, destruirás un matrimonio y tú mismo irás a la fosa, se transforma tu existencia y la de ese matrimonio porque esa mujer abandonará a su marido y a sus cinco hijos, dejarás el Camino y te irás por ahí. Un dardo encendido, un pensamiento de nada. Dice: "En pie! Ceñida vuestra cintura con la Verdad". San Pablo nos invita a revestir una coraza sobrenatural como si fuéramos hombres de Marte; tenemos una coraza invisible. Porque nuestra lucha, la culpa de tus problemas -dice San Pablo- no la tiene tu madre, tu padre o tu tía, ni la Escuela, ni los estudios, tu lucha más profunda no es contra la carne ni contra la sangre (no es la culpa de tu prima ni tu hermano) sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo. Muy interesante estudiar esto. ¿Quiénes son estos Dominadores contra los que yo debo luchar, dominadores políticos, dominadores culturales en la televisión que te enseñan a vivir? (No sé si los muchachos del programa ese del Gran Hermano alguno reza, ¿les habéis visto rezar alguna vez? Os están mintiendo bobos! Rezan pero no lo muestran). Alguien se empeña en enseñarnos a vivir sin rezar. ¿Quién os está enseñando a vivir? ¿Quién os está engañando? los Dominadores de este mundo. Aquí San Pablo dice algo muy serio. "Nuestra lucha no es contra la carne ni contra la sangre, revestíos pues de las armas de Dios porque si no os ponéis la armadura de Dios no podréis resistir las acechanzas del Diablo". Habéis sido rescatados del mundo, estáis siendo rescatados del mundo. Algunos sois fuertes porque habéis vencido al Maligno. Otros estáis entre Pinto y Valdemoro, con un pie aquí y otro allí; os queda poco tiempo para que os decidáis. "O conmigo o contra mí" ¡Decídete! hablo en serio. Muchos de vosotros estáis poniendo una vela a Dios y otra al demonio, viniendo aquí y pecando esta noche, o ayer; mintiendo. Dios os lo permite durante un tiempo pero se os va a acabar el tiempo. Porque Cristo ha dicho: "O conmigo o contra mí. Porque el que no recoge conmigo desparrama" O construyes conmigo la salvación de la Humanidad o te pasas al otro bando a destruir la Humanidad: a matar, a fornicar, a adulterar, a construir tu vida a costa de los otros como sea. A chupar, a gozar, ¿a vivir cómo? ¡Decídete! Son de los que matan a Cristo en las mujeres, matan en los hombres, matan en el trabajo, matan robando. Adúlteros, llenos de blasfemias, llenos de lujuria sus ojos, de todo lo que dice la Escritura de ellos: hechiceros, aborrecidos y aborreciendo siempre. Etc. "O conmigo o contra mí" dice Cristo. Porque el tiempo es corto, se te va a acabar. Dios es misericordioso, lo comprende, estás decidiéndote, estás aprendiendo. No seas como aquellos que siempre están aprendiendo y nunca aprenden, porque pecan con mujerzuelas -dice San Pablo- y cuando terminan se dan cuenta que han hecho mal y que no han ganado nada, tienen asco de sí mismos pero ¿crees que han aprendido? No, porque vuelven a caer; aprenden y vuelven a caer; aprenden y vuelven a caer en una especie de círculo vicioso maldito. De ellos habla San Pablo, siempre aprenden y nunca aprenden. Acuérdate de esta palabra: "O conmigo o contra mí. El que no recoge conmigo desparrama". Muchos de vosotros habéis sido rescatados del mundo por Cristo. Cristo ha roto las cadenas que nos tenían esclavos del mundo, prisioneros de su poder, de su belleza, de su lujo, de sus mentiras, de sus deseos concupiscibles, de la mujer, del hombre, del gozar; esclavos de los Dominadores, los principios del mundo, el éxito, lo que quieras. Cristo ha roto nuestras cadenas, nos ha llamado a Él, nos ha liberado de la esclavitud al pecado y a la muerte y nos ha dado Vida Eterna dentro de nosotros para vivir una vida nueva en Cristo. La frase de San Pablo: "Caritas Christi urget nos. El amor de Cristo nos urge dentro al pensar que si Cristo ha muerto por todos, todos los hombres han muerto" todos los hombres
Dios quiere hacer una obra en el Tercer Milenio, quiere levantar una nueva Humanidad, una Humanidad que mire al cielo; quiere hacer un puente al cielo. Parecen cosas imposibles dado como está hoy la sociedad, dada la destrucción de la familia, dada la cantidad de homosexualidad que hay, dada la destrucción de los valores cristianos. No se trata solamente de hacer una nueva sociedad, no es lo importante para nosotros; es muy importante eso, pero lo importante es llevar a los hombres al cielo, es abrirles el cielo, es abrirles un camino a través de la muerte. CRISTO HA RESUCITADO. ¡VERDADERAMENTE HA RESUCITADO! (lo repite toda la Asamblea). Las comunidades que han terminado el Camino se saludan durante todo el tiempo Pascual cuando se dan la Paz diciendo: -¡Cristo ha resucitado! y responde el otro -¡Verdaderamente ha resucitado! Ciertamente ha resucitado, ésa es nuestra fe. Qué horror, si no, la vejez! Estamos envejeciendo gracias a Dios. Yo les digo a los hermanos cuando terminan el Camino: ¡ánimo! ahora te quedan tres escrutinios para hacerte pequeño, porque te están esperando en el cielo los santos. Uno: la vejez, la artrosis, que no puedes caminar, que no tienes fuerzas. Segundo: la enfermedad, llega tarde o temprano. Y tercero: la muerte, nos morimos ciertamente. Pero ésta es nuestra fe: CRISTO HA RESUCITADO. ¡VERDADERAMENTE HA RESUCITADO! (todos) Os decía que en este texto de hoy San Pablo nos invita a revestirnos de las armas de Dios. El Camino nos va a enseñar a combatir, la vida del cristiano es un combate constante. ¿Por qué Dios ha hecho que la vida del cristiano sea un combate todos los días? Para que podamos mostrar a todos la fidelidad. El amor a Dios es algo creativo, no es que tú te has casado con una señora y estás ya ahí adocenado, apoltronado, con la barrigota ¿entiendes? No es así; todos los días yo tengo que serle fiel a Cristo, todos los días soy tentado, mi amor a Cristo viene puesto a prueba, me viene la tentación de serle infiel, crucificarlo. Porque atención a una cosa: el Verbo de Dios se ha hecho carne. Dios, su Sabiduría, su Palabra se ha hecho carne en el seno de María. Él viene a nosotros mediante el Espíritu Santo y la puerta a ese Espíritu viene abierta por la predicación, por la palabra (por eso, escuchad que es muy importante). Y cuando Jesús entra en nosotros ... porque donde está el Espíritu está el Hijo y está el Padre. No son tres dioses. Un solo Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Si en mí está ahora el Espíritu, está el Padre y está el Hijo. Dios habita en mí como en un templo. Yo puedo hacer como Judas, traicionarlo y este Ser que habita en mi, que es Dios mismo, entregarlo a las pasiones concupiscibles. Puedo zaherirlo con la lujuria; con el odio, detestando a un hermano. El misterio de la Encarnación, de la Redención de Cristo se cumple. Piénsalo bien, "tú eres fuerte porque has vencido al Maligno" y en ti se da el Espíritu Santo, la vida divina en ti. La vendes por una mujer, por una chica, por una televisión, por una pornografía ¡por una mierda! Le desprecias, despreciamos la gloria de Dios. Dice que los querubines en torno a Dios están llenos de ojos, vigilantes, para que no haya nada impuro, porque los contrarios se rechazan por sí mismos -dice la filosofía. Donde está la luz no puede haber tinieblas, luz y tinieblas juntas no pueden estar, la luz desecha las tinieblas. Dios te eligió para ser santo. ¡Escúchame bien! te lo digo porque lo siento realmente. Y no tengo ningún problema de ver la cara de tonto que tienes, o la cara de vicioso o la cara de lo que sea, no tengo ningún problema porque no está basada mi palabra en tu virtud ni en tu aspecto (que ya se ve lo que eres en la cara que tienes) sino en el poder de Dios, en el amor que Dios te tiene, en que Dios te ama tanto (y aquí tengo yo que meter mi cabeza debajo de la cama) No soy yo el que te quiere, es Dios que tanto te ha amado que ha entregado a su Hijo a la muerte por ti. ¡Qué gran amor! Dios te ama, aunque me seas antipático y yo aparentemente no vea en ti nada amable porque eres egoísta, ratonero, mezquino, vicioso, vago, sucio, todo lo que quieras. Podría detestarte humanamente y sin embargo he de tener un respeto inmenso por ti porque Dios, creándote, te amó y te ama. Te ama con un amor tan inmenso -¡escúchame!- tan inmenso que éste es el misterio de Dios revelado en su Hijo. Cuando decimos que Cristo es imagen, impronta de la substancia divina, cuando mostramos la cruz de Cristo diciendo: ésta es la impronta de la substancia divina ¿qué es esto? Un hombre que se deja torturar. Tenemos miedo nosotros de una inyección, de todo; mira a Cristo, le pusieron una corona de espinas y le daban con un palo en la cabeza, sangraba su cabeza ¡mira cómo le han abofeteado! Los cristianos consideran una gracia ser insultados porque Cristo fue insultado; consideran una gracia ser pegados porque a Cristo le pegaron; ser rechazados porque Él fue rechazado. Dice la Carta a Diogneto: a los cristianos cuando se les ataca o se les desprecia se alegran como si les hubieran dado un premio, porque no se consideran dignos de parecerse a Cristo.
"Impronta de la substancia divina". Yo sé que Dios os ama me lo dice el espíritu de Sabiduría, el Espíritu Santo. Y no solamente que os ama a vosotros sino que ama a todos los hombres. Entonces, si por ejemplo yo estoy trabajando como escultor o como pintor en un taller, sé que esa persona que está trabajando a mi lado y que a lo mejor no cree en nada, que le tiene todo sin cuidado, Dios le ama con un amor tan inmenso que ha entregado a su Hijo a la muerte para poder rescatarlo de la esclavitud a la concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos (los ojos no se sacian jamás), al pecado, a la muerte. Dios entregó a su Hijo para rescatar a este hombre y a mí. ¿Y qué es lo que mostró Cristo? "Impronta de su substancia" la esencia misma de Dios, el corazón del Padre ha llamado Juan Pablo II a lo mismo que estoy diciendo yo. Cristo nos ha revelado el corazón del Padre, el secreto del universo, el por qué son bonitas las flores, el por qué los árboles son verdes, el por qué las gaviotas, las nubes, qué sentido tiene todo esto. Impronta de este corazón. ¿Y qué es este corazón? Que Dios es amor a mí, que me ama, que me creó para Él, que se deleita en amarme, que se complace en quererme. Pero exactamente este Amor que es Dios mismo tiene una connotación, y es que para que se dé amor verdadero tiene que dejarme libre, no puede esclavizarme, no puede sofocarme con su amor, no puede dejarme sin aliento. Me deja libre ¡libre! Y libre quiere decir que puedo decirle ¡no me da la gana! Que puedo destruirlo todo, que puedo cargarme el matrimonio, que puedo cargarme a quien sea, que puedo matar, asesinar, destruir todo el cosmos, matar al mismo Dios. ¡Entended esto! solamente a la luz de esto se entiende la Guerra Civil española, las dos Guerras mundiales, las guerras de hoy y la de mañana, la guerra nuclear -que vendrá-. Escuchadme. En este misterio de la existencia humana, un misterio inmenso, no tengo más remedio que decirte a ti: ¡ENHORABUENA! Enhorabuena, corcho, porque hay miles y millones de jóvenes que están hoy en la movida, que están tirados por ahí, que están en el vicio y en la droga, y tú estás aquí por un milagro fantástico. Y tienes hasta una familia. ¿Tienes un padre y una madre? ¿Será posible? Vete hoy al Norte de Europa, vete a un colegio y pregunta: ¿cuántos niños tienen papá y mamá que vivan juntos? que se pongan de pie; ninguno. Quiero decir: ¡enhorabuena! Hay algo muy importante: Dios te amó. "Amé a Jacob y odié a Esaú". Te ha querido a ti, te ha elegido y te ha dado profetas, y catequistas, te ha dado una palabra, te ha puesto en un camino y te ha revelado a su Hijo. Y te ha dado algo más importante que es la Fe, que es creerlo.
Yo te digo: ¡Cristo ha muerto por ti! y vas tú y te lo crees. ¿Por qué te lo crees? ¿Quién te ha dicho que esto es verdad? ¿Estás tonto o qué? ¿Y si fuera todo mentira? Por qué lo crees ¿porque lo digo yo? ¿Y quién soy yo? La fe; la fe ¡la fe! Algo grande, un don que viene del cielo. Dios te eligió y te dio la fe, creer realmente que Dios existe. La fe cambia la vida de una persona, la transforma. Dios habita en el hombre por la fe, sin la fe no hay nada. "Suceda según tu fe" dice Cristo; y aquél hombre se curó. Sin la fe no hay salvación. Fe en Cristo. Yo quería deciros: ¡enhorabuena! No lo desaprovechemos, podemos perder esta riqueza, podemos perder esta gracia, podemos destruirla. Esperemos que nos ayudemos mutuamente a luchar contra el Demonio que tiene la misión de combatirnos día a día, de quitarnos la gloria de Dios en nosotros, de destruir nuestra fe. Nos invita a pecar contra la fe, a pecar contra la esperanza, a pecar contra el amor contra la Caridad; nos invita a negar a Cristo. Pero hemos leído: "Revestíos de la armadura de Dios. Poneros la cintura de la Verdad, la coraza de la Justicia de la cruz". Tenemos una armadura espiritual; sabemos por la fe que la justicia no es la que presenta la sociedad, una justicia social necesaria y cierta, pero sabemos que hay una justicia que Dios ha mostrado en Cristo que es la justicia de la cruz que dice así: "No pongas resistencia al mal. Si alguno te abofetea en la mejilla derecha preséntale la izquierda. Si alguno te quita lo que es tuyo, no se lo reclames. Si alguno te pone un pleito para quitarte la casa, déjale la casa y regálale también el campo. Si alguno te hace una injusticia en el trabajo y te obligase a ir cargado una milla (que es una injusticia grandísima, te puedes desriñonar o lo que sea, los demás hacen huelgas y tal) tú vete dos millas" dice el Sermón de la Montaña. O sea ¿me vas a vejar, me vas a humillar, me vas a hacer esa injusticia, vas a abusar de mí? Por amor a Cristo no solamente voy a ir una milla, voy a ir dos. Esa es la justicia de la cruz. -Hombre, Kiko, eso es una burrada, eso es ir contra la sociedad ...... Claro, es que nosotros somos hombres de una nueva ciudad, somos hombres del cielo, no somos de esta tierra. "O conmigo o contra mí" ¡decídete! O de este planeta o de otro planeta. Somos ciudadanos del cielo, estamos aquí en el exílio. Todo es nuestro, toda la tierra, Nueva York y todos sus habitantes; y nada es nuestro. Somos pobres y enriquecemos a tantos. Dice San Pablo: "todo lo podemos en Aquél que nos da fuerzas", todo es posible al que cree. "Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al Maligno" (qué quiere decir ¿que no te masturbas más?) porque habéis escuchado la palabra y habéis creído en Aquél que ha dado su vida por vosotros. El mundo no os puede engañar ya, esta palabra os ha hecho fuertes, os ha hecho nacer a una vida nueva. Podemos llevar un noviazgo casto, sí. La castidad. Dejadme que os diga una palabra. "El Verbo de Dios se hizo carne" va a habitar en tu corazón Dios mismo como en un templo. Vivimos en una sociedad que quiere destruir la familia, y para destruir la familia hace falta destruir a la mujer a través de la pornografía, los desnudos, todo lo que quieras. La castidad es tener dentro el Espíritu de Dios. Dicen los padres de la Iglesia que la lujuria deshace en el hombre todo principio de bondad, de virtud y de obra buena. Si tú has vivido la vida intentando ser fiel al Señor, Dios te lo cuenta como obra buena porque está siendo escrita nuestra vida en el cielo y al final cada uno se encontrará con sus obras. Dice el Apocalipsis que se traerán unos libros donde están escritas todas las acciones de los hombres, y ahí se verá tu historia. Eso también es impresionante. El otro día no sé dónde estaba y todo estaba lleno de ancianos, parecía una ciudad llena de ancianitos y ancianitas (me impresionan los ancianos, será porque ya me estoy haciendo viejo). Envejecemos y morimos. ¿Será cierto que la vida de todo hombre tiene un sentido? ¿Que la vida de un hombre es un prodigio de amor? Que todo lo que piensa ..... decía San Juan de la Cruz que un pensamiento de un hombre vale más que todo el universo junto. Pues vivimos en una sociedad que dice que todo eso es mentira, no hay ningún cielo, no hay alma, no hay Dios, y el hombre pasa, muere y se acabó, su vida no vale nada. Y un viejo no vale más que para que le hagan la eutanasia, para que muera pronto y deje en paz a los hijos que es una pejiguera, ¿a dónde te llevas este verano al abuelo? ¡Te lo llevas tú! ¿Será posible que la vida tenga un sentido? Escúchame bien porque quiero decirte: "O conmigo o contra mí" Está todo por hacer en el nuevo Milenio. Somos nada ¿cómo podremos llevar a la sociedad el mensaje de que realmente en la vida de todo hombre por pobre, por pequeño, por viejo que sea tiene todo un sentido?. Su noviazgo, el día que se casó, la universidad, lo que ha hecho de malo y de bueno, todo está siendo escrito. Hoy te dicen: todo eso es falso, nadie escribe nada, te mueres como un perro, te descompones, lo mejor es que te quemen en el crematorio y que echen tus cenizas al mar y de ti nunca se acordó nadie. ¿Es cierto eso? ¿Es ésa la verdad? ¿Es la verdad el crematorio y las cenizas, y nada tiene sentido, y entonces vivamos para hacer dinero lo mejor que podamos a gozar el momento presente lo más posible? ¿Eso es cierto? ¿O no? ¿Quién te convencerá, quién te hará comprender que eso es mentira? Es verdad lo que digo yo, es verdad lo que dice la Iglesia, es verdad lo que dice el Papa: que tu vida tiene un sentido, que no eres un azar, que tú no eres una casualidad, que no naciste por un "penalty" de tu papá y de tu mamá, no señor. Que tú has sido pre-existente en Dios, eternamente en Cristo. Dios te pensó siempre y se sirvió de tus padres, de la equivocación de tus padres o lo que sea pero has nacido tú con un nombre único. Y Dios te ama. Te ama tanto que hace que yo me desgañite por ti hoy.
Créelo, CONVIERTETE, acepta esta palabra, di conmigo: ¡quiero cambiar de vida! -Tú me dices que es posible romper mis cadenas internas, mis deseos malsanos, poner mi vida al servicio de Cristo, con Cristo evangelizar el mundo, vivir para Él ¿y qué tengo que hacer para ello? A ver, Kiko, dime que tengo que hacer para morir a mí y vivir para Él. ¿Quieres que te lo diga? Ven aquí, ven conmigo. Te cojo de la mano, te llevo a una piscina: ¿crees en Cristo? -¡Sí! te meto para abajo. -¿Crees en el Padre? -¡Sí! para abajo. -¿Crees en el Espíritu Santo? -¡Sí! para abajo. Crees en Dios que ha creado todo, crees que Jesucristo ha muerto por ti, ha resucitado, ¿crees en lo que te estoy diciendo yo, que Cristo vive y tiene poder para darte desde el cielo el Espíritu Santo? ¿Crees en el Espíritu Santo? -¡Sí! para abajo. Sal arriba: mira, has dejado el agua negra de todos tus pecados, ahí ha quedado el hombre viejo, ahí quedo "caballo y caballero", el Demonio sepultado. En el agua ha quedado sepultado el que tenía poder sobre ti, el que te engañaba con la televisión, con el dinero, con las mujeres, con los amigos, con el deseo de ser el primero; el que te ha tenido dominado, el Dominador de las alturas. El que te ha engañado siempre, el que ha hecho de ti lo que ha querido, el que te puso una argolla en la nariz y tiraba así y le obedecías en todo. A ese sinvergüenza, a ese canalla lo ha sepultado Cristo bajo el agua, miralo, "caballo y caballero" (es una forma de decir el poderoso, el potente en el mundo) está ahí sepultado. ¡Eres libre! ahora puedes seguir a Cristo, ahora vives para Él, vives en Él una vida nueva. -¡Ah, si? ¿Y cómo se vive así? Te levantas por la mañana y dices: ¿qué tengo que hacer, Señor? porque ya no vivo para mí, vivo para ti. Y el Señor te dice: levántate y lávate. Y ahora reza. -¿Qué tengo que rezar? -Pues lo que te han dicho en la comunidad, los Laudes. -¿Y después? -Vete a ayudar a tu madre a hacer las camas. -¡Corcho! -Ahora vete a la universidad y en la universidad, mira, ¿ves a aquél chaval que está en el banco del fondo? Está hecho polvo, su padre se ha suicidado el otro día, vete a hablar con él, hazte su amigo. -Pues muy bien lo que tú digas Señor. ¿Y qué más tengo que hacer? -Esto, y esto, y esto. Porque mi vivir es Cristo, "ora comáis, ora bebáis" ...... En Cristo comemos, cantamos, hablamos, nos movemos.
En Él. "Y murió para que los hombres no vivan más para sí mismos sino para Aquél que murió y resucitó por ellos". Muertos al pecado y vivos para Dios.
Bueno ¡vamos a ver si es cierto que la gracia del Espíritu Santo actúa en mí! Y veo con sorpresa que, efectivamente, me he dejado insultar y otras veces me ponía histérico si me quitaban algo. Oye, esto debe ser obra de la Gracia no es obra mía. Además he sentido alegría cuando he ofrecido mis cosas a otro; me han insultado y he sentido alegría. Etc. Obra de la Gracia no obra de tus puños, obra del Espíritu Santo en ti. Dios que te ha dado a participar de su propia naturaleza. ¿Tú crees que esto es un cuento chino? ¡Cómo es posible que Dios le va a dar de su naturaleza a este joven! Pues sí, le ha creado para ello. Pero Dios no puede darnos un tesoro tan maravilloso si después lo vamos a despreciar. "Que ninguno -dice San Pablo- venda su primogenitura por un plato de lentejas" por comer ahora. La fe es probada como el oro.
Jóvenes, ¡enhorabuena vosotros que habéis vencido al Maligno! El Demonio no logrará arrebataros la vida de Dios en vosotros por ninguna comida. ¿Qué significa "comida"? Chicas, la lujuria, irte el fin de semana con una chica a fornicar en una tienda de campaña -¿Qué te parece? yo te ofrezco eso ¿te juegas a Dios? -Sí, me lo juego. ¿Te lo has jugado? después es inútil. A un seminarista le dije yo una vez: ahora no puedes ser cura, ¿qué te pasa, qué sucede, qué problemas tienes? Te acuerdas que te lo jugaste, fornicaste con aquella casada, después lloraste mucho. Escandalizaste, destruiste un matrimonio y no sé cuántas cosas más. Te has arrepentido el Señor te ha perdonado, pero no puedes llegar. Acuérdate de lo que dice la Escritura porque la Palabra de Dios es perfecta: Esaú ni con lágrimas logró la bendición, se jugó su primogenitura, despreció las promesas celestes, la santidad futura la despreció con tal de comer ahora, de un placer inmediato. Pero el Demonio te dice: -¿Y si el cielo no existiera? ¡Qué tonto eres! ¿Te vas a perder esta ocasión? Ahí se ve tu fe, en un instante ¿qué te juegas? el cielo o el infierno, el futuro de tus hijos. ¿Qué te juegas? el Camino Neocatecumenal. ¿Qué te juegas? la historia. ¿Qué te juegas? peor todavía: matar a Dios. ¿Es posible? Sí, es posible. Por eso, ánimo, ayudémonos, todos somos muy débiles, todos somos pobres. La fe tiene que ser probada como el oro. Sé astuto, ten discernimiento. Aún este encuentro que tenemos aquí tiene que ser probado, todo Don que te da el Señor. La fe tiene que ser probada como el oro en el crisol, para ti mismo. Dios lo sabe todo, tú eres el que no lo sabes. ¿Realmente yo amo a Jesucristo, estoy dispuesto a perder algo por amor a Él? Qué quieres que te diga Él: sí, tú me amas ... luego vas y haces como San Pedro le traicionas por miedo ante la primera mujer que te dice algo. Entonces después, cuando te pregunta Cristo -como le pregunta a San Pedro- "¿Me amas tú?" ¿qué puedes decir? -Ya no sé nada: si te quiero, si no te quiero, si quiero a alguien, estoy lleno de confusión. No es así como hace el Señor, el Señor te enseña a amarte a ti mismo, nos enseña a querernos no a despreciarnos, nos enseña a querer esa obra que Dios ha hecho en ti reengendrándote en Jesucristo. Es una total regeneración es un resanamiento, es una nueva creación. Pasó lo viejo aparecen cosas nuevas. Animo hermanos, si hemos conocido a Cristo en la carne ahora no lo conocemos así, ahora lo conocemos de una forma nueva, ahora lo conocemos dentro. Os acordáis de la catequesis cuando le dice a la Magdalena "¡Noli me tangere!" La Magdalena está llorando en la tumba pensando que se han llevado el cuerpo y ve a uno que cree es el jardinero; es Cristo mismo que tiene otra apariencia humana.
Le dice: "Si te lo has llevado tú ¡dime dónde lo has puesto!". (Es interesante que en los Hechos de los Apóstoles Cristo aparece con una nueva figura con un aspecto distinto, como podía ser hoy yo o un compañero tuyo. Cristo resucitado). Ella cree que es el jardinero; está llorando.
Esto del jardín es una imagen del Jardín del Edén: el nuevo Adán, la nueva Eva. En este caso la nueva Eva es una que ha sido una prostituta, que ha tenido el alma llena de demonios, siete demonios, imagen de ti y de mí. Hay un jardín nuevo hay un nuevo Adán. El primer Adán tuvo que poner nombre a Eva "madre de los vivientes", y tuvo que poner nombre a los animales. Ahora el nuevo Adán llama a esta mujer y la dice: "¡María!" (el nombre de María, la Madre de Jesús; el nombre de la Iglesia. María eres tú). Ella escuchó la voz de Cristo y dijo: "¡Rabbuní!" que significa "mi Dios, mi Maestro" y quiso abrazar sus pies, lo había reconocido en el alma. Y la dijo: "No me toques, que todavía no he subido al Padre"
Porque ésta es la obra de Cristo (y acabo ya con esto, escuchadme bien). Cristo ha venido a tomar nuestra naturaleza y a introducirla en la santidad de Dios. Nuestro cuerpo, el valor del cuerpo, el mensaje del cuerpo; el cuerpo de un hombre, el cuerpo de una mujer; ya en cómo Dios ha construido el cuerpo le ha dado un mensaje profético: ha hecho al hombre para donarse a la mujer y a la mujer para ser donada. El hombre como una donación, como una imagen misma del Amor que es Dios. Son muy importantes las catequesis de Juan Pablo II sobre el mensaje profético del cuerpo con respecto a la castidad y al amor, y al respeto, y al pudor, a la santidad del hombre templo del Espíritu Santo. No podemos despreciar todo esto con pornografías o con otras cosas.
El nuevo Adán le dice a María: "No me toques que todavía no he subido al Padre". Va a hacer una obra: el hombre va a entrar en la Santa Trinidad, va a coger nuestra propia naturaleza, nuestro cuerpo y lo va a introducir en el cielo. Va a subir al Padre. Y le dice a María (le da una misión apostólica, misión de Evangelización a ti y a mí): "Vete y di a mis hermanos: subo a mi Padre y padre vuestro, a mi Dios y vuestro Dios". Nos va a hacer hijos de Dios, va a hacer que nuestro cuerpo participe de la misma naturaleza de Dios. Por eso dice "no me toques" porque va a subrayar un aspecto. Después aparecerá otro día en el Cenáculo y les dirá: "Tocadme" soy Yo no soy un fantasma, ved que tengo carne. Le dice a Tomás: No seas incrédulo! Has dicho que si no metes tu mano en la llaga de la lanzada que tú has visto, que era un corte horrible ... "Ven aquí, mete tu mano" le obligó a meter la mano en su llaga (el otro allí, horrorizado, no se la querría dar y se la tuvo que dar a la fuerza) Eso los Apóstoles lo han escrito. ¿Esto lo creemos? Que Cristo realmente ha aparecido resucitado, vencedor de la muerte, que la muerte ha sido vencida, QUE CRISTO HA RESUCITADO. CIERTAMENTE. ¡ESTA VIVO! Dice San Pablo: "Si hemos conocido a Cristo en la carne" ahora ya no importa, eso es muy poco. Ahora han aparecido cosas nuevas, ha aparecido algo en nosotros muy dentro, dentro, dentro, dentro, en el corazón. Cristo en mi corazón, Cristo en tu corazón, realmente, templo del Espíritu Santo, Cristo dentro unido a nosotros. Dos en una sola carne. Jamás podrás tú amar así a una mujer. Tanto es así que el amor humano quiere Dios que sea sacramento visible de este amor que Dios tiene al hombre. En este sentido yo he hecho un canto de San Juan de la Cruz. Sería buenísimo que leyérais una obra de San Juan de la Cruz que se llama "Subida al Monte Carmelo". Habla de tres noches. La noche del sentido: ¿cómo es posible -dice- que podamos amar a Dios si estamos enamorados de otras cosas, de sus criaturas? Es inútil que una chica se enamore de un chico si está enamorada de otro ¿cómo podrá hacer el Señor para que podamos gustar su amor? Dice que hay tres etapas. En el Camino hay tres etapas: Simplicidad, Humildad y Alabanza; San Juan de la Cruz en "La subida al Monte Carmelo" habla de tres noches: la noche del sentido, la noche de la Fe porque la fe es oscura, el intelecto no comprende qué es la Fe; quiere comprenderla, quiere racionalizarla y no lo logra del todo tiene que caminar en la Fe como Abraham, sin saber a dónde va. Y Dios mismo es oscuro, pero en esa tercera noche Dios aparece como un alba. Porque hay un primer tiempo que es el tiempo de la purificación, de la purgación si quieres, de mortificarse, de dar muerte en nosotros a las pasiones a todo lo que es contrario al amor de Dios en nosotros. Hay un tiempo que es el de la purificación en donde Dios va comunicándose al alma, al espíritu del hombre. Y hay otro momento que es el de la unión con Dios donde el hombre experimenta el éxtasis (Santa Teresa de Jesús, los santos) la unión mística con Dios, las bodas místicas a lo que estamos llamados por la santidad. El Papa nos ha dicho: sed contemplativos. Estamos llamados a la oración contemplativa por el Bautismo, a amar a Dios por encima de todas las cosas. Termino diciendo: ¡Animo! Enhorabuena porque estáis aquí. CONVERTIOS Y CREED AL AMOR QUE DIOS OS TIENE. Rechacemos al Demonio y sus mentiras. "O conmigo o contra mí". Esto es la preparación para el Jubileo con el Papa en Roma. Allí en Roma, posiblemente en la propia plaza de San Pedro tendremos el encuentro nuestro después del encuentro con el Papa. Allí haremos una llamada vocacional. Es muy importante también que os deis cuenta los que Dios llama al matrimonio, que es una vocación a expresar este amor místico de Dios con el hombre, en una familia. El futuro de la Humanidad en el Tercer Milenio pasa por la familia, por una familia nueva. No es que todos tengamos que ser curas; lo más urgente hoy son presbíteros, y Dios va a llamar a muchos y vais a decir que sí. Si Dios os llama no tengáis miedo a levantaros y a decir: heme aquí Señor, haz de mí lo que quieras, abriendo como María vuestro corazón al proyecto de amor que Dios tiene para todos los hombres. Deja que Cristo camine por tu corazón. También para casarte; ojalá en esta peregrinación Dios te dé una chica, una mujer elegida por Dios. Acuérdate lo que dice la Iglesia: "Lo que unió Dios (no lo que unió la pasión, la concupiscencia u otras cosas) que no lo separe el hombre". Has de tener la certeza de que esa mujer te la ha dado Dios. Para ello, el matrimonio necesita un noviazgo que es una preparación de renuncia a sí mismo por amor. El matrimonio es casto porque la sexualidad está protegida por el pudor; el pudor protege el santuario. El santuario es la vida misma porque Dios es vida, Vida Eterna, es el autor de la vida. Del matrimonio se puede hacer una maravilla de santidad, iglesia doméstica, santuario de Dios; el primer santuario de la Iglesia es la familia. También se puede destruir, se puede hacer lo que está haciendo la sociedad. A nosotros Dios nos invita, os lo propone. ¿Que hay aquí unos chicos que dicen: yo no quiero? que se vayan, se pueden ir marchando; con los que hayan dicho sí a Cristo nos quedamos. A los que hayan dicho que sí al Señor, el Señor los revestirá de su gloria, los revestirá de su santidad y les dará la fuerza de ser cristianos, otros Cristos que no se resisten al mal, que aman a sus enemigos, que viven su noviazgo en castidad, que respetan a los demás. Que son cristianos, gente muy extraña para lo que es la realidad del mundo en el que vamos caminando. Gente que son -como dice la Carta a Diogneto- como el alma al cuerpo. Así como el alma sufre cuando el cuerpo hace cosas contrarias al Espíritu de Dios, así la Humanidad persigue a los cristianos porque con su sola existencia se sienten como ... porque con nuestra sola presencia damos vida al hombre, damos vida al mundo, damos sentido a las cosas.
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